domingo, 12 de diciembre de 2010

La iniciativa y el trabajo de JGM Recicla

Por Camila Rebolledo

Los estudiantes también se mueven por el medioambiente
JGM Recicla es un grupo que nace a partir del éxito obtenido desde la presentación de un proyecto al Programa Concursable de Reparaciones Menores de la Universidad de Chile del año 2009. La idea provino del Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Jorge Hidalgo, quien planteó la necesidad de establecer un manejo adecuado de las áreas verdes, la situación de los animales abandonados y los residuos en el Campus Juan Gómez Millas, debido a las permanentes circunstancias de inseguridad, descontrol e insalubridad existentes en el recinto.

En el Formulario de Presentación de Proyectos se establece que la comunidad del lugar genera alrededor de 4.000 kilos diarios de diversos tipos de desechos, y que cerca de 2.500 kilos serían arrojados en un solo punto. El recinto de acopio, ubicado en el medio del Campus, habría evidenciado ser ineficiente para concentrar la totalidad de los residuos, generando constantes problemas de salubridad e higiene, trayendo como consecuencia malos olores, plagas, deterioro de la estética visual, entre otras cosas.  

En abril de 2009 se aseguraba que existía un control prácticamente nulo de los desperdicios, salvo por algunas iniciativas aisladas de grupos organizados de estudiantes que pretendían dar solución al problema. Pese a esto, carecían del apoyo institucional, lo cual contribuyó al detrimento de la continuidad y la masificación de los proyectos y su consecuente éxito.

Es por lo anterior que, en el marco de la Iniciativa Bicentenario, nació la idea de un “Campus Sustentable”, con un desarrollo coherente con el medio social, económico y ambiental. JGM Recicla es una organización que ha avanzado lento, pero seguro. Cuenta con la participación y el apoyo de estudiantes provenientes de todas las facultades del campus, y con la aprobación -e incluso parte del financiamiento- institucional.

Grupos como éste organizan a menudo reuniones, foros, talleres, exposiciones de documentales y toda clase de actividades que tengan relación con el medio ambiente, y que los ayude a ir forjando estas ideas en las mentes de los hijos de Bello que cursan sus carreras en el campus Juan Gómez Millas.

El proyecto central de la organización contempla la instalación de contenedores plásticos de colores, según la normativa internacional de reciclaje, en diversas zonas del sector. Se dividirían los desechos en plástico, aluminio, vidrio y basura, y tendrían diferentes capacidades o volúmenes.

Camila, alumna de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile y una de las encargadas del grupo, plantea que dentro de las dificultades para los grandes avances se encuentran la baja participación, el demasiado reciente apoyo institucional y la lentitud en la implementación debido a la escasez de funcionarios que construyen la infraestructura.

Sin embargo, observan el lado positivo, afirmando que el reciclaje orgánico está tomando fuerza y que el campus se está integrando, poco a poco, en el tema medioambiental. El proyecto de los contenedores estaría en su última fase de concreción, pero JGM Recicla no piensa detenerse ahí. Pretenden continuar contribuyendo a un campus más sustentable, creando conciencia y efectuando variadas labores para acercarse al cumplimiento de su objetivo.  

Diferentes formas de reciclar

Qué hacer con la basura es un tema complejo. En la actualidad existen diversas formas de organización para resolver el problema generado por los desechos, estos varían de lugar en lugar.  En Chile sólo se recicla un 7% de la basura acumulada en un año.

Por Gonzalo Espinoza

Generar conciencia ecológica no es algo sencillo, pero son numerosos los aportes que podemos hacer desde nuestros hogares para tener una ciudad más limpia y con menos basura. Una de las actividades que más contribuyen a mejorar el impacto de la basura es el reciclaje.
En Chile se producen más de seis millones de toneladas anuales de basura. Sólo en la Región Metropolitana se generan seis mil toneladas de basura al día, De ella, solo un siete por ciento se recicla.

La importancia de reciclar es fundamental, ya que, por ejemplo, una botella de plástico se demora 150 años en degradarse, por tanto se hace fundamental volver a reutilizar el material para  no llenarnos de toneladas y toneladas de basura que se acumulan día a día y constituyen un problema enorme para algunos sectores de la población que deben vivir cerca de basurales.

Las familias son un referente fundamental a la hora de reciclar, muchas tienen conciencia de que separar la basura contribuye a un bien social o a veces lo hacen por simplemente mantener más ordenado el hogar y otras simplemente porque se ven obligadas. Recogemos la visión de dos familias que reciclan constantemente en contextos diferentes.

La odiosa comparación
La familia Szabo vive en Suiza, específicamente en Basilea, la tercera ciudad más grande del país helvético. La familia Rojas vive en Chile, específicamente en Santiago, capital del país, en la comuna de La Reina.

En la familia Szabo la tarea es compartida, debido a que en Basilea las personas están obligadas a separar la basura, ya que ésta se almacena en bolsas especiales que tienen un costo extra que corresponde a un impuesto. Es por esto es que las personas encuentran una forma de ahorrar dinero reciclando, para acumular menos basura y pagar menos.

“Todos cooperamos en la casa, ya que mis padres trabajan en el hogar, pero tampoco nos preocupa tanto el tema. No tenemos compostera, en ese sentido, no somos una típica familia suiza” declara Tabea, hija de la familia Szabo.

Aunque no exista un impuesto mayor por la bolsa de basura en Chile, la familia Rojas desempeña está tarea porque creen que es necesaria “Nosotros  hemos desarrollado este hábito en la casa” dice Gabriela, hija de la familia Rojas. Ella nos relata que es su  madre la que ha creado la conciencia de reciclarlos desechos del hogar “Mi mamá es media ecologista para sus cosas, ella se ha encargado de meternos en la cabeza que tenemos que reciclar” sentencia.
Ambas familias se enfrentan a una situación diferente al momento reciclar. En Chile la basura se tira comúnmente a la calle en bolsas de basura “Nosotros separamos la basura en la cocina y nos turnamos para sacarla afuera” dice Gabriela.

En Suiza en cambio la basura que se recicla se tiene que ir a dejar a un contenedor especial donde se dejan los vidrios de diferentes colores – blanco-verde y café- , las latas y los plásticos. Pero esto no significa ningún problema para los Szabo “No es tan pesado, de hecho el centro de reciclaje queda a 10 minutos de la casa” corrobora Tabea.

En Chile existen lugares especiales donde se puede enviar los desechos del hogar que pueden ser reciclados. En su mayoría son campañas solidarias de fundaciones que recaudan fondos con el reciclaje que generan las personas, pero no existe una iniciativa a nivel político que busque  solucionar el tema de manera efectiva.

La convicción
Finalmente ambas familias reciclan a su manera, pero está claro que existen dificultades en uno de los contextos que no permiten que el ejercicio del reciclaje se desarrolle de manera eficaz. Afortunadamente, Gabriela ha reflexionado sobre el tema  “Si viviera sola igual lo haría, me ayudaría  a mantener el orden” señala. “Por último juntaré los cartones y sé que alguien se los va a llevar o que a alguien le va a servir” agrega.

Tabea por su parte señala “Creo que está bien, todos debemos contribuir a cuidar nuestro entorno. Cobrar impuestos para que la gente recicle a la larga ayuda a generar una acción en las personas”.

ATENCIÓN: ¡BOLSAS PLÁSTICAS EN EXTINCIÓN!



La preocupación por los procesos del calentamiento global ha llevado a que diversas autoridades políticas del país comiencen a discutir y cuestionar un tema que para muchos es casi imperceptible: el uso y abuso de las bolsas plásticas en Chile. De este modo, a través de proyectos de ley y propuestas ingeniosas por parte de diferentes empresas, se pretende poner fin a su producción para el año 2012.

Por Javier Zamora Kalazich

El 1 de enero del 2012 es la fecha final para que comience a funcionar el proyecto creado por distintos parlamentarios, en post de frenar la producción de bolsas plásticas en Chile. En esa fecha, las grandes empresas del país deberán –por obligación legal- descontinuar la creación y repartición de los cotidianos objetos de transporte, desecho y diversas utilidades que le han sido atribuidas a las bolsas. 


Problemas de carácter mundial como el avance del cambio climático, han  puesto en la palestra los verdaderos esfuerzos realizados por el hombre para proteger su entorno. Por desgracia, gran parte de la población mundial aún no asume el apremiante conflicto medioambiental, sin embargo, lentamente comienzan a entreverse, tanto de Chile como el mundo, las políticas de Estado que favorecen en sus procesos de desarrollo a través de un sello verde. 

Día a día nos enfrentamos a variados procesos insertados en la cotidianidad de los que muy pocas veces sabemos sus bastas consecuencias medioambientales. Uno de ellos: el indiscriminado uso de las bolsas plásticas. Su notable capacidad para satisfacer múltiples necesidades la hace casi indispensable en la actualidad; desde realizar las compras, transportar objetos, depositar basura, hasta disfrazarse con ellas, convierten a las bolsas en parte de nuestra rutina diaria.

Sin embargo, las “simples” y abundantes bolsas plásticas son una de las mayores amenazas para el planeta. Su composición en base a petróleo determina su calidad de material no biodegradable, demorando entre 200 y 400 años en absorberse mediante procesos naturales.

Ante la preocupante situación, el año 2008 un grupo de –en ese entonces- diputados, en los que figura Guido Girardi (PPD), Francisco Chahúan (RN), Eugenio Bauer (UDI) , Patricio Vallespín (DC), entre otros, crearon un proyecto de ley que fomenta la prohibición legal de producción y uso de estos objetos.  

En el año 2008 se calculó que en Chile se utilizan alrededor de 3 mil millones de bolsas plásticas al año, lo que considera un uso de 200 por persona, según el estudio realizado por los parlamentarios que manifestaron estas cifras en el boletín del proyecto con tal de darle validez.

El Boletín N° 6046-12 reúne diversos problemas y conflictos que argumentan la importancia de legislar con respecto a un hecho tan particular. Como indica el informe, según una cifra de Greenpeace, alrededor de 6,4 millones de toneladas de bolsas plásticas son arrojadas anualmente al océano, cantidad apreciable en playas y balnearios.  

Por ese motivo, el boletín establece como uno de sus puntos más importante: la prohibición para multitiendas, supermercados, farmacias u otro establecimiento comercial análogo, la distribución de cualquier tipo de bolsa plástica no-biodegradable que cause daño medioambiental.  

Uno de los parlamentarios que apoyó el proyecto desde el principio es Marco Enriquez-Ominami. El ex candidato presidencial manifestó que: “no hubo voluntad del gobierno ni del parlamento para avanzar con el proyecto”. Sin embargo las grandes empresas ya han modificado paulatinamente su producción y distribución de bolsas  plásticas por otras de género o biodegradables, lo que permite ajustar la normativa legal al plazo estipulado.   

El proyecto fue previsto para que se pusiera en marcha el primero de enero del 2011 con la legislación a grandes empresas. Sin embargo, el proyecto estuvo en discusión durante todo el 2009 y parte del 2010, debiendo ser aprobado por distintas entidades gubernamentales como la Comisión Nacional del Medioambiente (CONAMA), el mismo Ministerio del Medio Ambiente, entre otros.

Por esta razón, se prevé su arranque para el primero de enero del 2012, mientras que la ley comenzaría a regir también para medianas y pequeñas empresas el 01 de julio del mismo año, eliminado de esta forma cualquier fomento, distribución o uso del contaminante objeto cotidiano.

Enriquez Ominami considera que el cambio estructural que se producirá eliminando las bolsas plásticas, generó una discusión el Congreso a partir de dos aristas: “El debate es de dos tipos: la tesis de que el costo para el cambio será alto para consumidores, además que  supermercados son reticentes al nuevo proceso. Y por otro lado está el cambio de hábitos en los consumidores de este objeto, que son la gran mayoría”, manifestó.   


Las dos cadenas de supermercados más grandes, D&S (Lider) y CENCOSUD (Jumbo), ya comenzaron a implementar bolsas de plástico menos contaminantes que las anteriores, o la posibilidad de adquirir estos objetos pero fabricados por nuevos materiales.

Lentamente se acerca la fecha tope para comenzar un macro proceso contribuyente al medioambiente. De esta forma, no sólo las grandes empresas de retail deben contribuir con el proyecto, sino que el modelo de desarrollo social debe cambiar en sus prácticas de consumo, eliminación de desechos o la organización de objetos en la casa. 

De este modo, Chile para el 2012 se estaría acercando al modelo internacional de políticas que resguardan y protegen el medioambiente frente a los procesos industriales de abuso a la naturaleza.  Dentro de Latinoamérica, países como Argentina, México y Colombia ya han legislado al respecto y hoy se desarrollan los procesos de cambio para cumplir con los acuerdos legales.

¿Cómo hacer una compostera para el hogar?

Tener una compostera en su casa o departamento le ayuda a  no tener los desperdicios orgánicos pudriénsose  o mosqueándose. Además el resultado del proceso es un riquícimo abono para plantas. Y por sobre todo usted y su familia contribuyen a cuidar el ambiente, además que se deshacen de la basura obteniendo un excelente fertilizante gratis.


Por Javiera Paz Martinez

¿Qué es el compost?
Es el resultado de un proceso de humificación de la materia orgánica, bajo condiciones controladas. Es un excelente mejorador de suelo, es decir, un abono para la mantención de jardines, huertos y viveros, el que se puede producir a partir de los residuos vegetales del hogar.

¿Cómo comenzar?
Lo más simple  es hacer un montón en un rincón del jardín o usar un cajón de listones de madera o comprar un compostador prefabricado.


Aparte del compostador o silo, precisarás herramientas para voltear, tijeras de poda para cortar ramas y una pala para extraer el compost hecho.El proceso trata de que las hojas, ramas, césped, cenizas, etc. que echamos sean atacadas por microorganismos (bacterias y hongos) y se descompongan, fermenten, tansformándose así en otro material con características distintas al original.


La capa inferior se hace con ramas más gruesas y piñas y no debe superar los 30 cm. Mezcla varias capas de hierba con otros residuos en una proporción de 1 a 2. El estiércol sirve como activador de la fermentación y se puede agregar al material, también en capas alternativas. A continuación, riega.


Es interesante almacenar en otoño en un cajón o rincón hojas secas para mezclarlas con el césped en primavera y verano, que es más abundante, y equilibrar así material seco con verde.


Los compostadores disponen de ventilación y aberturas para que funcione la descomposición. No deben estar cerrados herméticamente. Posteriormente el único cuidado consistirá en vigilar que no se pudra controlando la fermentación. De vez en cuando, toma un puñado de compost con la mano y apriétalo. Si escurre líquido, corre peligro de pudrirse. Incorpora material seco y dale forma de nuevo al montón. Y si se desmorona, se encuentra muy seco y debes humedecerlo. Remueve la mezcla una vez al mes para airearla.


¿Dónde ubicar el compostador?
Este deberá reposar directamente sobre la tierra. Por comodidad, elige un sitio cercano a la cocina. En la sombra es mucho mejor que en el sol, ya que si no, tendrías que regarlo con frecuencia para mantener la humedad.

¿Qué echar?
Hojas, césped, hortalizas, ramas podadas, serrín, paja, etc para utilizar como acolchado. Elementos orgánicos, cenizas, posos del café o de té, infusiones con papel incluído, cáscara de huevo, frutas, verduras y hortalizas, periódicos no impresos en color, yogures caducados, tapones de corcho, papel de cocina, aceite de aliñar, pelos, etc.




 ¿Qué no  echar?
Carne, huesos y pescado. Produce malos olores.
Plantas y frutos enfermos o gran cantidad de vegetales podridos. Produce malos olores y putrefacción.
Los excrementos de animales domésticos y de personas. Lleva patógenos.
Ceniza y serrín de madera tratada o aglomerados. Colas y barnices. Esto es muy tóxico.
El resultado de pasar la escoba tampoco porque lleva metales pesados.
Por supuesto cualquier material que no sea orgánico y biodegradable: plásticos ,vidrio, etcétera.

 
 ¿Cómo saber si algo no va bien?  

-Si notas un olor a amoníaco, significa que hay demasiado nitrógeno (material verde) sin mezclar con carbono (marrón). La solución es mezclar con materia seca (por ejemplo, hojas secas) y voltear.  
-Si notas un olor a podrido, significa que hay demasiada humedad y poco oxígeno. La solución es mezclar con materia seca y voltear.
-Si ves que el compostador está lleno de materia seca y fría, significa que falta humedad. Por lo tanto la solución será mezclar con restos de cocina verdes y voltear.
-Las moscas de la fruta no son ningún problema, pero si no las quieres ver o reducir su cantidad debes enterrar un poco los restos de cocina.
-Si la mezcla resulta demasiado ácida y no evoluciona, se puede incorporar cal al conjunto.

¿Y ahora qué?

Luego de la polémica en torno a la aprobación de la termoeléctrica Barrancones en Punta de Choros, se puso en el tapete nacional la pregunta por el suministro energético del país. ¿De donde está saliendo la energía que consumen los chilenos? ¿La producción de esa energía es perjudicial para el entorno natural? 

Por Javiera Paz Martinez  

Las energías, de acuerdo a su elaboración se pueden clasificar en No Renovables –Como la térmica, carbón, petróleo, gas- , es decir, agotables y contaminantes, y las Renovables. Las renovables (o prácticamente inagotables) se pueden subdividir entre las Convencionales –hidráulica a gran escala (embalses)- y las No Convencionales- como la energía eólica, mareomotriz, biomasa, biogás, solar e hidráulica pequeña- que suponen una extracción más limpia.


Actualmente en Chile el 76% de las necesidades energéticas son cubiertas por petróleo, gas natural o carbón mineral, y esos tres recursos –no renovables- son los que también generan el 58% de la energía eléctrica. Más crítico aún es el hecho de que el 63% de la oferta energética chilena es importada.

“Lo que pasa es que el medio ambiente ya no es tema de hippies, es tema de planeta” dice Jaime Peña, Director de Chile Renovables. Chile Renovables es una iniciativa de un grupo de profesionales interesados en promover las energías limpias. Como equipo participan de instancias gubernamentales que desarrollen programas en torno a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) y promueven distintos conceptos y nuevas tecnologías afines a las ERNC. Se han convertido en un referente en temas energéticos. 

-          ¿De dónde nació la idea de Chile Renovables?
-          En el 2008 gané una beca para ir a España, llegué a Madrid y de ahí nos fuimos a recorrer el país. Me llamaba la atención ver gigantes molinos de viento y eran aerogeneradores eólicos. Eran muchos y me fascinó. Comencé a investigar y llegué a la conclusión, con amigos ingenieros, que Chile tiene mejores condiciones que España para eso. En la Región de Coquimbo y en la Región de Puerto Montt al sur , mejores vientos. Dijimos ¿Por qué en Chile seguimos pegados al pasado? Y decidimos promover el uso de las energías renovables, ya estamos alcanzando metas en especial en el en el ámbito político de un modo transversal. 

Uno de los problemas que es posible advertir, es que la ley chilena de las ERNC (promulgada en 2008), según cuenta Peña, está hecha de acuerdo con las empresas electicas, es decir, si una empresa quiere invertir en geotermia para asegurarse energía, no tendrían los beneficios de poder comercializarla ya que no son una compañía eléctrica constituida.

Sin embargo, este es sólo uno de los ámbitos, el privado. Pero ¿Qué sucede con las ERNCC en el ámbito público? Primero, el estado llama a concesiones a privados para que lo hagan, ya que los proyectos en ERNC suelen ser una gran inversión. Actualmente el gobierno tiene dos instrumentos de fomento que se concursan a través de CORFO. El primero de ellos es un cofinanciamiento –entre CORFO y la Comisión Nacional de Energías (CNE)-  que costea los estudios previos a la inversión. El segundo es un financiamiento del proyecto que pone a disposición líneas de créditos para inversionistas.

Otra posibilidad de obtener un subsidio estatal es postular al MDL, que se originó en el protocolo de Kyoto y está a cargo de la CONAMA. Y costea los estudios que evalúan la viabilidad técnica del proceso. También hay otro programa que fomenta la inversión en ERNC en regiones, Programa Todo Chile.

A pesar de estos engranajes gubernamentales, Jaime Peña opina que no es suficiente. Falta que si un particular produce energía en su casa, eso debería ser valorado. ¿Cómo? Dando la posibilidad de inyectar la energía producida en casa (a través paneles solares por ejemplo) al sistema eléctrico y que sea validado. De esta forma, si alguien entrega 100 kwts, y gasta 140 kwts, deberían cobrarle sólo 40. Así pequeñas entidades podrían hacer su aporte al suministro y el país se desligaría un tanto de Endesa, generaría energía limpia. 

La pregunta que queda dando vueltas en la cabeza es: ¿Es posible en Chile? Y la respuesta es sí. Huatacondo es un pueblo de no más de 100 habitantes, ubicado a 3000 metros de altura en la región de Tarapacá, es primer pueblo en Latinoamérica que se abastece de energía solar como primera fuente. Pasó de vivir con ocho horas diarias de energía suministrada de un generador a base de diesel que les facilitaba la municipalidad a tener electricidad las 24 horas del día.

Todo esto fue posible gracias a una solución técnica innovadora –la tecnología y la teoría ya 
existen-, la voluntad de un privado, en este caso la minera Doña Inés de Collahuasi junto con la Universidad de Chile sellaron el acuerdo; y un pueblo que cumpla con las características apropiadas según la ERNC seleccionada.

El caso de Huatacondo no sólo es una muestra de lo que el país es capaz de lograr si las distintas entidades pertinentes, con voluntad e inteligencia, se comprometen con el medio ambiente y la calidad de vida de sus habitantes. Si no que es un ejemplo ilustrativo de cooperación social. El proyecto de energía solar en Huatacondo de nada serviría si no se articula solidariamente. Si hay poca potencia para el pueblo se enciende un semáforo y las personas conscientemente deben disminuir el consumo. Como queda claro, hacer de nuestro planeta un planeta mejor y más limpio es tarea de todos.

Nueva ofensiva contra Hidroaysén

Un nuevo episodio se escribe en la batalla de la Patagonia contra las represas. Endesa y Colbún tenían pensado empezar las construcciones el año 2009

Por Gonzalo Espinoza

La campaña de Patagonia sin represas no descansa. Ahora se preparan nuevamente para hacerle frente al nuevo periodo de evaluación ambiental pedido por Endesa y Colbún que se extenderá hasta el 15 de abril del 2011.

Todo parte el 2005, cuando se empezaron a organizar talleres de energía y participación ciudadana por parte de un grupo de ayseninos con fondos del Estado. Los habitantes de esta región no se imaginaban lo que vendría después.

“Nos empezamos a dar cuenta, porque llego gente a trabajar en terreno”, señala el director de la filial Aisén del Comité pro Defensa de la Flora y Fauna (Codeff), Peter Hartmann. Patricio Segura, periodista de la campaña Patagonia sin Represas, es también enfático cuando informa que “el 9 de abril nos enteramos a través de La Tercera de los proyectos de Endesa en la Patagonia”. Así se comprueba que no existe una preocupación por parte de las autoridades de consultar a los ciudadanos por cambios en su entorno, sino que aplican políticas de manera arbitraria que los afectan de manera directa.
www.patagoniasinrepresas.cl
Formulado en 2005, el proyecto energético de Hidroaysén, basado en la construcción y operación de cinco centrales hidroeléctricas en la Patagonia, en los ríos Baker y Pascua, tenía previsto comenzar sus obras en 2009, pero después de varios años de tramitaciones y postergaciones, nadie sabe con certeza cuándo empezará a levantarse si es que finalmente la autoridad le da la aprobación. También se suma el proyecto de la sociedad Energía Austral de la minera suizo-australiana Xstratta, que pretende levantar tres represas en los ríos Blanco, Cuervo y Cóndor.

Pero la organización ciudadana se empezó a gestar y fue así como nació el Consejo de Defensa de la Patagonia, formado en el año 2006. Actualmente agrupa más de 60 organizaciones regionales, nacionales e internacionales productivas, ambientales y ciudadanas vinculadas a las temáticas del medio ambiente, el turismo sustentable y las energías renovables, y lanzó una declaración por Aysén el 27 de noviembre de 2007, donde rechazan los proyectos de mega hidroeléctricas.

Por otro lado, Endesa y Colbún sostienen que el proyecto Hidroaysén potenciará económicamente a la región, es compatible con otras actividades económicas tales como turismo, producción forestal, servicios, construcción, pesca y ganadería, entre otras, y fortalece las posibilidades de desarrollo integral de la Región de Aysén. Esto es descartado por Peter Hartmann: “Es un chiste, que lo demuestren no se ha hecho ningún estudio”, señala y agrega que “no han presentado una modalidad de desarrollo sustentable”.

Es por esto que la campaña emprendida por este movimiento se ha empeñado en generar una difusión de sus demandas. Se ha hecho muy conocida a través de las redes sociales que han apoyado la tarea de defensa de la Patagonia y ya cuenta con 17 mil miembros en facebook. El movimiento se ha logrado consolidar y cuenta con un amplio apoyo de la población. Según la encuesta Ipsos, de noviembre pasado, se registra un contundente 57,8% de rechazo a este proyecto a nivel nacional.

El movimiento ha logrado unir fuerzas en la población de la región. “Se pone en el tapete el valor que tiene Aysén tanto como cultural y socialmente. Se crea cultura con estos movimientos sociales, por ejemplo, los jóvenes de la región están motivados y han tomado conciencia de que hay que defender este territorio”, dice Peter Hartmann. A pesar de esto también se reconocen dificultades entre los mismos habitantes de Aysén. “La gente siempre se pelea cuando hay plata de por medio”, señala, asimismo, el periodista de la Patagonia sin Represas, Patricio Segura.

En la agenda pública y la de Piñera
Los logros del movimiento no son menores. “Logramos instalar la discusión sobre energías renovables no convencionales y el tratamiento del agua”, dice Segura, quien menciona que hay que recalcar que no existía una discusión en torno a estos temas y ahora son parte de la agenda política y fueron mencionados en la última campaña presidencial. Se ha logrado crear conciencia en la población sobre los temas energéticos y medioambientales. Este año se manifestó el rechazo de la población a la aprobación de la termoeléctrica Barrancones, que concluyó en una intervención del Presidente Sebastián Piñera para rechazar el proyecto.

Los ayseninos se encuentran expectantes frente a los anuncios en la campaña del actual Presidente Sebastían Piñera sobre no apoyar proyectos que atenten contra la naturaleza. “No creo que quiera pasar a la historia como el presidente que destruyó la Patagonia”, sostiene el periodista “Por el lado del Gobierno no tenemos expectativas, salvo que el presidente cumpla sus promesas”, dice el director Hartmann.

Pero el mayor logro del movimiento hasta la fecha es la paralización del proyecto, ya que se pidió una suspensión en el plazo de evaluación del estudio de impacto ambiental hasta el 15 de abril de 2011. “Tenemos paralizado el proyecto, ellos querían partir el 2008 y todavía no mueven ni una piedra, y se va a seguir aplazando”, dice Peter Hartmann, aunque reconoce que “tampoco le tenemos fe a la evaluación de impacto ambiental, están hechas para aprobar proyectos”.

Actualmente el movimiento se perfila como un referente en la defensa medioambiental. “Todo esto tiene que ver con una mirada de sociedad, queremos un país más justo”, agrega Patricio Segura. “Queremos un nuevo trato con la naturaleza”, enfatiza.

Lo que viene

Finalmente, el problema de fondo es cual es el modelo de desarrollo que queremos como país, uno que privilegie el crecimiento económico de unos pocos. ¿Es necesario destruir un patrimonio natural tan único en el mundo como la Patagonia, habiendo alternativas de desarrollo aun más sustentables que la hidroelectricidad?

La expectativa más alta del movimiento es poder detener el proyecto, pero también es difícil ir contra la corriente cuando existe una gran maquinaria económica y gubernamental que apoya la creación de las represas. El actual ministro de Energía, Ricardo Raineri, ha declarado que “Es necesario para el país contar con proyectos como HidroAysén", demostrando una señal de apoyo a Endesa y Colbún.

Al consultarle a ambos que pasaría si finalmente esta iniciativa fuera aprobada, Segura denuncia que “este proyecto destruye todo, la cultura, el ecosistema, la naturaleza”. El director de Patagonia sin Represas agrega que “sería fatal para Aysén, ya que abre la región a otros proyectos energéticos”. Pero finalmente esta lucha se ha llevado a cabo por la gente de Aysén y seguirán con la bandera de defender sus tierras de la intervención. “Lo que me deja esto, es sentir que me la jugué por defender este territorio”, agrega Segura.

¿Chile sobre ruedas...?

El Centro de Bicicultura Chile, comandado por Amarilis Horta, junto a otras organizaciones, trabaja a diario con el propósito de un Chile mejor. El proyecto de establecer a la bicicleta como el medio principal de transporte avanza lentamente en el país, lo que permite creer que en un futuro no muy lejano las posibilidades de un Chile sobre dos ruedas son posibles. Sin embargo, aún queda mucho por hacer.  

Por Javier Zamora Kalazich

Amarilis Horta, Directora del Centro de Bicicultura
Las posibilidades de instalar a la bicicleta como el medio de transporte fundamental en las grandes ciudades de Chile no es una realidad muy lejana. Distintas organizaciones pro-bicicleta trabajan a diario para conseguir que la estructura de dos ruedas se instale en los centros urbanos no sólo como forma de desplazamiento, sino que como la manera de crear ciudades más humanas.

“La masificación del uso de la bicicleta en las ciudades produce una serie de efectos que son insospechados (…)  Aquellas ciudades donde permanentemente hay presencia de seres humanos, a pie o en bicicleta, crea ciudades más seguras”, comenta Amarilis Horta, directora del Centro de Bicicultura.

En el año 2006  los distintos movimientos que impulsan el uso de la bicicleta se reunieron para conformar el mapa de acción común o agenda estratégica de la bicicultura. En él se establecen las bases necesarias para desarrollar el proyecto ciudadano que propone darle prioridad a la bicicleta como medio de transporte a nivel de país.

La estrategia que sigue dicha iniciativa tiene como eje principal la realización de actividades que potencien el encuentro cultural de quienes estén dispuestos a dejar el auto y cambiarlo por un método más sano y menos contaminante. El Festival Internacional de Bicicultura de Santiago es la instancia donde se canalizan la mayoría de los proyectos que tienen planificados como organización.   

“Lo ideal es que la gente perciba a la bicicleta no sólo como un medio de transporte, sino que como un medio de cambio cultural y de transformación de la sociedad en su conjunto”, explica entusiasmada la mujer que ha vivido en ciudades como Copenhague, donde la bicicleta tiene un rol preponderante, lo que la convierte en un modelo ideal a seguir.

Amarilis considera que las grandes ciudades si no poseen un programa para fomentar el uso de la bicicleta o simplemente caminar, se vuelven impersonales y limitan su construcción en torno al automóvil. “Cuando se tienen ciudades donde las vías automovilísticas se van ensanchando, y las viviendas por tanto se van separando en distancia, se empieza a producir un fenómeno en que la gente se conoce cada vez menos”, comenta preocupada de un futuro probable si no cambia la concepción cultural del transporte.

No sólo la sociedad, sino que el Estado
Bicicultura en Copenhague, Dinamarca
El proceso que desarrolla Chile para fomentar una renovación de pensamiento cultural y social en los modos de ver la bicicleta son muy distintos a como se desarrollaron en Europa durante años. “En Chile el impulso y liderazgo para construir un país arriba de la bicicleta surge a partir de la sociedad civil”, afirma Amarilis y continúa: “En países como Dinamarca, la bicicultura es una política de Estado. Da lo mismo quien esté gobernando, porque los procesos de la bicicleta están resguardados y protegidos”.

En Dinamarca existe hace más de 105 años la sociedad de ciclistas, la que posee sucursales en todo el país, publicaciones y eventos constantes para seguir añadiendo subscriptores. Por otro lado, hace 30 años que la bicicleta es una política de Estado y es defendida con la  finalidad de hacerla, si es que ya no lo es, el medio de transporte prioritario.

“Si la bicicleta no tiene prioridad, si no es la forma más competitiva o eficiente de moverse, no va a ser nunca tan masiva como lo es en esas ciudades”, declara Amarilis ya que en Chile la iniciativas para impulsar estas medidas provienen de la sociedad y no de los políticos.
Sin embargo, las organizaciones pro-bicicleta han logrado llegar al Congreso y a políticos, con lo que han empezado a ganar –lentamente- un poco de terreno legal en sus propuestas.

Proyectos, avances y retrocesos
El 9 de septiembre de 2008 las diversas organizaciones en conjunto a la actual presidenta del PPD, Carolina Tohá, lograron llevar al Parlamento su proyecto ciudadano. “Carolina dedicó mucho tiempo a este trabajo, es más, habló con diputados de distintas corrientes políticas para que una vez presentado el proyecto, no se trabara porque venía desde un sólo lado político”, comenta Amarilis.

Dentro de los puntos que incluía el proyecto, uno de los más relevantes era la creación de un organismo estatal a cargo de las necesidades y proyecciones de la bicicleta, el que debía ser transversal y sin ninguna bandera política “porque es un tema de todos”, afirma Amarilis.
La finalidad del proyecto es establecer la jerarquía de responsabilidad en la movilización ciudadana. Es decir, “en las vías, cualquiera sea, el automóvil tiene la responsabilidad sobre las bicicletas, asimismo como éstas la tienen sobre los peatones”, manifiesta Amarilis entendiendo la relación lógica entre medios de transporte.

Continúa: “Hoy es todo lo contrario, o sea: el pobre automovilista atropelló al imbécil del ciclista que se le cruzó”. A diferencia de Chile, en Europa los ciclistas están protegidos bajo un marco legal, aspecto que les atribuye respeto al movilizarse. Por esta razón muchos prefieren unírseles antes que ser sancionados por provocar algún accidente.   

Finalmente el proyecto de ley fue aprobado, sin embargo, la discusión de la propuesta creyó necesaria la modificación de cuatro puntos particulares: uso obligado de casco, luces, espejos retrovisores y bocina. Lo que para Amarilis ha significado diversas conversaciones y discusiones al respecto. “Los cuatro puntos suenan muy lógicos, pero si los piensas en el uso, finalmente son muy poco prácticos, siendo más peligrosos de lo seguro que pretenden ser”.

Otro tipo de argumento que tiene el Centro de Bicicultura es que proporcionalmente entre peatones, ciclistas y automóviles, el que tiene menos accidentes es el segundo. Ante eso, Amarilis plantea: “cuando hagan los cascos obligatorios para los peatones o los automóviles, entonces háganlo para los ciclistas”, y agrega: “el auto es el peligroso y no se preocupan de ver como limitan la peligrosidad del auto, sino que como la posible víctima tenga que ponerse armadura. Eso es una injusticia”.

En la actualidad el proyecto se encuentra congelado. A pesar de haber hecho un gran esfuerzo por lanzar el proyecto y que los políticos lo tomaran en cuenta, las organizaciones pro-bicicletas a nivel nacional no se rinden y seguirán luchando por su aprobación.

- Finalmente Amarilis, ¿es posible que Chile desarrolle a cabalidad el proyecto de la bicicultura permitiendo instalar la bicicleta como el medio de transporte principal en el país?

- Nosotros estamos completamente convencidos de aquello y es por eso que trabajamos como condenados para lograrlo. Estamos convencidos de nuestra causa y de que puede resultar porque vemos como la cosa prende, y la gente lentamente va cambiando”, afirma Amarilis.

Creen que es necesario, como sustento para continuar, insistir al Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones que realicen un sondeo de la cantidad de ciclistas que hoy se desplazan en el país. “A partir de ello se darán cuenta cómo el fenómeno ha tenido un avance significativo”, sentencia.

Radiografía de Greenpeace: conciencia medioambiental cero

El trabajo por el medio ambiente nunca ha sido tarea fácil. Las fundaciones y organizaciones de esta índole no han llegado a un punto alto de popularidad, y los ciudadanos chilenos no están realmente preocupados de este tema en la actualidad. Un ejemplo que podría esclarecer esta compleja situación, es el de Greenpeace, quizás la organización ambientalista más emblemática a nivel nacional, e incluso internacional.

Por Camila Rebolledo

Greenpeace es una asociación pacifista, económica y políticamente independiente. Es, y ha sido, reconocida a nivel mundial por sus labores de demanda contra las acciones que puedan perjudicar al medio ambiente, aportando con propuestas para realizar profundos cambios en la materia. Sin embargo, en nuestro país, su importancia y labor no ha alcanzado la fuerza de zonas como Alemania, Holanda, Francia, Estados Unidos y Australia.
 
El tema de los recursos no es fácil. Greenpeace es una asociación que se financia gracias al aporte de socios en cada uno de los 28 países en los que tienen presencia. El problema es que en Chile el número no supera los 5000, y los voluntarios activos bordean los 120. Cuentan con sedes sólo en cuatro ciudades: Santiago, Valparaíso, Concepción y Temuco.

Sergio Corrales, Coordinador de Logística y Voluntariado de Greenpeace, esboza una hipótesis al respecto: “En Chile, claramente, falta mucha conciencia ambiental. Yo he estado en Alemania, Holanda, España, Turquía y Brasil, y allá es muy distinto”. No obstante, son positivos y confían en que la educación desde la niñez es el mejor camino para mejorarlo. En palabras de Corrales, “en el fondo, somos como un árbol. Si el tronco crece chueco, ya no habrá como enderezarlo”.

El funcionario de la organización da el ejemplo de Holanda, país que habría visitado en reiteradas ocasiones y asegura que es una realidad muy diferente: “Ellos tienen otro tipo de sociedad, ven la vida de otra manera. Vas por las esquinas y te encuentras con tubos de reciclaje, el uso de la bicicleta y el transporte es mejor, todos se preocupan por la energía y no se consumen muchos alimentos transgénicos”.

Si bien, reconoce que es un tema cultural, asevera que es posible cambiar pequeñas conductas a partir de hoy. Miguel Muñoz, voluntario de Greenpeace, forma parte de uno de los grupos de conducta medioambiental y dice al respecto que “cuesta mucho, a pesar de que son conductas sencillas que pueden generar grandes cambios, pero es precisamente el modificar comportamientos lo que más cuesta”.

Roberto González, captador de voluntarios y socios de la organización, afirma que su labor es un tema muy complicado: “Hay días que los paso completos en la calle y nadie pesca, ni siquiera se interesan por informarse al respecto. Igual es triste, porque son solamente alrededor de $4.000 mensuales de aporte. No es tanto y tampoco exige tiempo, a diferencia de la inscripción como voluntarios donde, por lo demás, la participación es mucho menor”.

Corrales afirma que a pesar de que el nombre los ayuda muchísimo, aún son una entidad pequeña y con muy escasa fuerza participativa en el país: “Aún Chile está en un periodo en el que tiene que sacarse de encima temas más sociales”. Lo anterior, explica, “tiene que ver con que si tú le preguntas a una persona qué es más importante, probablemente te digan que es la pobreza”.

No obstante, Corrales considera el tema del medioambiente como algo absolutamente social, que requiere ser visto de esta manera: “Cuando tú construyes mediaguas en los alrededores de una planta muy contaminante, estás afectando en la esfera social de esos residentes porque tendrás mucha gente enferma, que va a requerir asistir a un consultorio que probablemente no tenga recursos. En el caso de un niño, éste faltará al colegio y su proceso de aprendizaje y sociabilización se estancará”.

El Coordinador de Logística y Voluntariado intenta dar una respuesta en cuanto a la escasa cantidad de voluntarios y socios en Chile que escapa simplemente a la baja conciencia medioambiental: “En el voluntariado verde hay mucha frustración. Si tú ayudas, por ejemplo, leyendo libros a personas ciegas, vas, lees y luego regresas a tu casa con un objetivo cumplido. 
Por otro lado, luchar contra el cambio climático es una meta gigante. Tan grande que puede que en toda tu trayectoria como voluntario no veas los frutos de tu campaña. Las reformas legales demoran muchísimos años, etcétera. Entonces, el tema motivacional es potente y complejo”.

Con respecto a la incidencia política, Corrales afirma que Greenpeace trabaja en esos términos, sin embargo, no poseen ninguna posición determinada. Esto se debería a que “nosotros tenemos que influir en sea quien sea que esté gobernando. Tenemos actividades con gente de derecha y gente de izquierda”. A pesar de que las legislaciones en la materia son un asunto sumamente complicado y poco atendido, ellos trabajan con un encargado en el Congreso, que hace constantes esfuerzos para influir en la elaboración de leyes, presentando proyectos y solicitando conversaciones y negociaciones, entre otras cosas: “De a poco tratamos de meter cosas que nos interesan. La gracia es influir, sea como sea, con o sin permiso”, asegura el Coordinador.

El método de trabajo de Greenpeace es bastante variado, pero consiste principalmente en denunciar y evidenciar situaciones que perturben al ecosistema, y a la naturaleza en general. Corrales cuenta que en las causas por las cuales están recientemente luchando, se está buscando la manera de innovar: “Si quieres un resultado diferente, no puedes seguir haciendo lo mismo”. Además, no duda al afirmar que “nosotros estamos para denunciar, pero las personas son quienes están llamadas a hacer los cambios y a plantear las soluciones”.

Es sabido que en la actualidad la situación medioambiental no es precisamente favorable. Por esto, es sumamente necesario que aumente la conciencia al respecto, que los ciudadanos comiencen a interesarse por la preservación y conservación del medio ambiente, y apoyen a organizaciones como Greenpeace, tanto en financiamiento como en participación para que puedan continuar ejerciendo su labor.

Relleno sanitario en Santiago poniente: abuso legal y descontento social

Hace nueve años se agregó un tercer relleno sanitario a la Región Metropolitana: Santiago Poniente. Su creación trajo diversos problemas y descontento sobre todo por los habitantes de la comuna en que se encuentra ubicado.


Por Natalia Dueñas

El año 2001 la empresa Proactiva decide crear un nuevo relleno sanitario en la comuna de Maipú. La decisión de la Corema trajo sus consecuencias en la población y en la misma creación del relleno.

De acuerdo la Corporación Nacional del Medio Ambiente (Conama) los rellenos sanitarios se definen como “sitios de suposición final que cuentan con Resolución de Calificación Ambiental y Autorización Sanitaria y que son reconocidos y autorizados por la autoridad competente”.

La Resolución de Calificación Ambiental es un permiso otorgado por la Corporación Regional del Medio Ambiente (Corema) a algún tipo de proyecto que produzca efectos sobre su entorno, una vez que ha sido analizado su impacto en términos negativos y positivos para la comunidad.

Hasta la fecha, existen tres grandes rellenos sanitarios en la capital. El relleno Santa Marta, Cerro Colorado y Santiago Poniente, un tercer Relleno ubicado en la comuna de Maipú, creado por la empresa Proactiva S.A.

Proactiva, compromisos incumplidos
Hugo Lara, socio consultor de Conexxa Consultores, empresa que asesora a KDM en el proyecto Cerro Colorado, cuenta cómo sucedió el proceso de aprobación del Relleno Santiago Poniente.

En el año 2001, Proactiva presentó un proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) para que se les otorgara el permiso de construcción. El proyecto consistía en la creación de un Relleno Sanitario en la comuna de Maipú.

El SEIA dictó una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que contenía distintas cláusulas que la empresa debía cumplir para poder ejecutar dicho proyecto. La RCA pedía a la empresa que luego de 9 meses de su creación, debía construir un camino alternativo al Camino Rinconada para que los camiones trasladaran los desechos.

“Una de las razones por las cuales se aprobó el proyecto, fue que un tercer relleno generaba más opciones para las municipalidades, teniendo así mayor oferta de precio”, cuenta Hugo Lara.

KDM, empresa dueña del relleno de Cerro Colorado, gasta más de 200 millones de pesos cada mes en lugares donde disponen de la basura. Santiago Poniente, al estar ubicado en la comuna de Maipú, gastaría menos en traslado de los desechos, suponiendo que esta comuna reciba servicios de este relleno. Sin embargo, esto no ocurrió así, según explica la directora de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Maipú, Catherine Miranda, esta comuna recibe los servicios del Relleno Cerro Colorado.

Nueve años han pasado desde la puesta en marcha del proyecto, y hasta la fecha la empresa ha recibido 11 multas por parte de la COREMA. Entre las razones se encuentra el incumplimiento de las cláusulas de la RCA (camino distinto a Rinconada), el acopiamiento de materiales fuera de las zonas definidas, etc. La empresa ha pagado las multas, pero aún no hace nada al respecto.

Des-ubicados
La ubicación del relleno ha sido un problema desde el comienzo, la comuna es altamente poblada lo que trae malos olores, provocando quejas por parte de los residentes.

Protestas municipales
Vecinos manifestándose
Desde que se le otorgó luz verde al proyecto, la comunidad de Maipú se ha pronunciado al respecto. Según los informes de prensa de este año, desde agosto que la Municipalidad de Maipú se encuentra en estado de “máxima alerta” por las resoluciones de la Corema y sanciones contra Santiago Poniente.

Los residentes de dicha comuna exigen que se respete la resolución de la RCA y se haga un camino alternativo al de Rinconada. Como explica Silvia Rocuant, habitante de la comuna: “A nadie le gusta que exista un basural al lado de tu casa”.

Cabe destacar el apoyo que ha otorgado a su comunidad el alcalde Alberto Undurraga, que incluso a encabezado movilizaciones apoyando la causa. De acuerdo con la prensa nacional, el pasado cinco de julio, el edil llamo en plena calle a “defender el principio de ciudad justa para que los vecinos de Rinconada no se vean más perjudicados”

Sin embargo, a pesar de tener el apoyo de su alcalde, la empresa Proactiva, todavía no cumple ninguna de las resoluciones de la RCA.